Romance del infante Arnaldos
Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan.
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
Áncoras tiene de plata,
tablas de fino coral,
las velas tiene de seda
la ejarcia de oro torzal.
Marinero que la guía
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma
las olas hace amainar;
los peces que andan al hondo
arriba los hace andar;
las aves que van volando
al mástil vienen posar.
Allí habló el infante Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
- Marinero, por tu vida,
dígasme ora ese cantar.
Respondiole el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
- Yo no digo mi canción
sino a quien conmigo va.
- De Flor nueva de romances viejos
Ramón Menéndez Pidal , Espasa Calpe, 1ª ed. 1928
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