miércoles, 11 de enero de 2012

El milagro demorado




El suceso lo cuenta Fray Juan de la Trinidad en su "Crónica de la provincia ...", editado en Sevilla en 1652.  Él, a su vez, afirma haberlo copiado textualmente del licenciado Jacinto Arias de Quintadueñas, quien lo habría relatado en sus Antigüedades y Santos de Alcántara, de 1661.

Conocida es la tradición del Toro de San Marcos, celebrada , entre otros lugares, en el municipio de Brozas, en Cáceres, de la comarca de Alcántara cercana a la raya.

En este lugar, siguiendo el ritual, y llegándose la festividad del santo evangelista, los mayordomos de la Cofradía se acercaban con unas varas bendecidas a la dehesa boyal inmediata, de donde escogían el toro más destacado - por edad, trapío o fiereza - para que participara en las celebraciones de San Marcos.

En los ritos del santo, en Brozas como en otros parajes celtibéricos , un toro asiste a la misa y a las procesiones de la festividad, acompañando sumiso y apaciguado todos los rituales en la iglesia y las calles. Terminados éstos el astado regresa al monte - y a su fiereza natural, según cuentan las crónicas.

Pues bien, tal como recoge el citado Fray Juan del cronista Quintadueñas, sucedió que "en una ocasión  que se había intentado prohibir el Toro de San Marcos por un juez eclesiástico en la misma villa de Brozas, y estando por dicho motivo sus moradores con grande pena por haber tenido que cumplir con dicha orden los mayordomos y cofrades, y reunidos en la ermita, vieron sin que nadie lo hubiese traído entró el toro en ella y permaneció amansado mientras se cantó al evangelista, y lo mismo sucedió al día siguiente pues anduvo presente en la misa y en la procesión tras la imagen del santo en la forma que otras veces, sin que nadie se atreviese a decirle una palabra, y menos a tocarlo y adornarlo".

Terminada la celebración, y sin que ninguno interviniera, el toro regresó de nuevo a la dehesa. De la información que se remitió al Tribunal del Nuncio, se deduce que en lo sucesivo la prohibición fue levantada, pudiendo celebrar la Cofradía en años sucesivos su milagro anual, sin más incidentes.

Según el texto de los Santos Padres , el Juicio es inexorable, y, aunque demorado, al final siempre acaece.


 Bibl.

Fr. Juan de la Trinidad    Crónica de la provincia de San Gabriel,    Lib. II , cap. XLI, Sevilla , 1652

Jacinto Arias de Quintadueñas       Antigüedades y Santos de Alcántara      Madrid, 1661.

-   J. Caro Baroja        Ritos y mitos equívocos                 Istmo, Madrid, 1974.
 -  Cit. en     F. J. Flores Arroyuelo     Correr los toros en España      Bibl. Nueva,  Madrid, 1999.


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