domingo, 2 de octubre de 2011

El verano



"Pero en aquella época la casa de Palermo tenía dependencias en el campo que realzaban su encanto. Eran cuatro: Santa Margherita di Belice, la villa de Bagheria, el palacio de Torretta y la casa de campo de Raitano. También estaban la casa de Palma y el castillo de Montechiaro, pero allí no íbamos nunca".


" (...) Durante horas atravesábamos el paisaje bello y tremendamente triste de la Sicilia occidental: creo que aún era el mismo que habían encontrado los Mil al desembarcar - Carini, Cinisi, Zucco, Partinico; después la vía bordeaba el mar, los raíles parecían estar sobre la arena; el sol, ya ardiente, nos asaba en nuestra caja de hierro. No había termos y en las estaciones no cabía esperar refresco alguno; después el tren cortaba hacia el interior, entre montañas pedregosas y trigales ya segados, amarillos como melena de león. A las once, por fin, llegábamos a Castelvetrano, que entonces distaba mucho de ser la pequeña ciudad coqueta y ambiciosa de ahora: era un pueblo lúgubre, con las alcantarillas al aire y los cerdos paseándose por la calle mayor; y millones de moscas. En la estación, que ya llevaba seis horas achicharrándose al sol, nos esperaban nuestros dos coches, dos "landaus" a los que habían puesto cortinas amarillas.

 (...)  El camino se volvía montañoso: alrededor se extendía el inmenso paisaje de la Sicilia feudal, desierto, sin un soplo de aire, oprimido bajo el sol de plomo. Buscábamos un árbol para comer a su sombra: sólo había unos olivos raquíticos que no protegían del sol. Al fin encontrábamos una alquería abandonada, medio en ruinas, pero con las ventanas cerradas. (...) Un poco alejados, también comían los carabineros - a quienes se les había enviado el pan, la carne, el pastel y las botellas -, alegres y ya quemados por el sol de mediodía. Al acabar la comida, se acercaba el sargento con el vaso lleno en la mano: "También en nombre de mis soldados, doy las gracias a Sus Excelencias ". Y se zampaba el vino, que debía de estar a cuarenta grados".


           -        Giuseppe Tomasi di Lampedusa       I racconti         (trad. de Ricardo Pochtar)




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